jueves, 15 de abril de 2010
Mi kiosco no es un kiosco
siempre que cualquier cosa modifica su función de alguna manera cambia también su concepción, por ejemplo una casa efímera es una tienda de campaña, un teléfono portátil es un móvil…de la misma manera una “taberna temática andaluza” que se hace mas pequeña se cambia de emplazamiento no es un kiosco, es una caseta de la feria
Color , luces,estampados, puntillas, volantes, risas, bullicio, música, palmas…
miércoles, 14 de abril de 2010
100 no es 99
Un kiosco no es más que un cubículo, un pequeño espacio que según lo que contenga tiene una u otra utilidad, es fácil comprobar cómo un kiosco que era una cosa en cuestión de días se convierte en otra muy distinta. Entonces qué es lo importante ¿continente o contenido? ¿Forma o función? ¿Podría un kiosco con una gran cabeza de Mickey ser un kiosco donde se vende novela negra? Los objetos anodinos se convierten en geniales en el momento en el que se les saca de su contexto y se introducen en otro, de repente estos objetos mudos tiene algo que decir. Voy a ejemplificároslo para que lo entendáis más visualmente. Un señor ejecutivo con maletín paseando por la gran vía ¿que os comunica? Ahora bien si ese maletín se lo ponemos a un punki… la cosa cambia no? Si tú entras a un lavabo y allí te encuentras un retrete, percibes alguna información? Sin embargo si el mismo retrete igual de limpio (o sucio) te lo encuentras al entrar en un comedor? …. Un preservativo en el cajón de la mesilla del papa, una prostituta con burca….
Las cosas nunca son lo que son en sí mismas sino lo que cada uno queramos que sean, y para eso estamos aquí para utilizar los elementos que tenemos y darles un guion, que cuenten algo y que a los demás no les quede otra opción que escucharlos que abrir con ellos un dialogo…